Esta pasta es súper fácil, buenísima y además no es nada pesada ya que no usamos nata, el queso ricotta le da la cremosidad necesaria a esta receta.
Es un plato muy resultón para toda la familia que gusta a grandes y peques. A nosotros nos gusta darle un toque de pecorino pero si no lo encuentras o te gusta más el parmesano es una opción totalmente válida.