El ajo y la miel son conocidos desde hace mucho tiempo por sus beneficios medicinales y fermentarlos juntos los mejora y crea una mezcla maravillosa para ayudar a mantener un sistema inmunológico saludable.
El ajo es antiviral y antibacteriano, ayuda a eliminar toxinas y a prevenir la inflamación digestiva mientras que la miel es rica en antioxidantes y es prebiótica ideal para tu microbiota. Al fermentarlos, permitimos que sus azúcares naturales alimenten el crecimiento de bacterias y probióticos saludables. La dulzura de la miel también ayuda a suavizar el picante del ajo crudo y será más apetecible al paladar. En definitiva, esta receta es una medicina natural a tomar antes o durante el invierno o época de frío para prevenir resfriados además de estar buenísimo.
Para tomarlo puedes simplemente tomar una cucharada de miel, un diente de ajo entero o un poco de ambos en una tostada o en una ensalada por ejemplo, con otras preparaciones donde usarías miel o también la puedes mezclar con una infusión, té o la bebida o batido que más te guste.
Sobretodo la miel no debe estar pasteurizada ya que perderá sus propiedades, tiene que ser miel de buena calidad y cruda.