Os traemos una versión healthy de un plato italiano que nos fascina como es la lasagna. Y es que esta receta no lleva bechamel y es mucho más ligera.
Usamos placas de lasagna de pasta fresca, así no hay que perder tiempo hirviendo la pasta. Si no encontráis, sólo que hervir previamente las placas tradicionales. Para el queso de gratinar, escoged el que más os guste, nosotros en esta ocasión hemos usado emmental.